Hoy es el último día en que Alla descubre Barcelona y se siente triste. No quiere abandonar esta bonita ciudad, pero nosotros vamos a hacer que su estancia sea mágica hasta el último momento.
No es momento de tristeza. Después de tantos intensos días visitando lugares como Cataluña en Miniatura o algunos de los edificios de la obra de Gaudí, hoy nos lo vamos a tomar con mucha más calma y sólo haremos una visita por la tarde al parque del laberinto de Horta.
Alla me pidió un lugar un poco diferente, no tan turístico quizá, y se nos ocurrió que este original parque podría ser el broche final ideal de su visita a Barcelona.
El Parque del Laberinto de Horta
Un poco de Historia
El Parque del Laberinto era en sus inicios un jardín privado de la finca del Marqués de Llupià, de Poal i d’Alfarràs. En un principio se construyó simplemente como entretenimiento de la familia, un lugar donde poder jugar.
Se terminó en 1808 y en aquella época la corriente del romanticismo causaba furor. Se reflejaba en todas las construcciones y jardines.
En el año 1970 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento y en 1971 se inauguró como parque público.
En la actualidad
Actualmente el Parque del Laberinto es un lugar ideal donde desconectar, pasear y alejarse del mundanal ruido de Barcelona. Generalmente es un lugar muy visitado por los ciudadanos, aunque cada vez más turistas lo conocen.
El parque es muy grande y hay una zona con mesas para llevar la comida. También hay un chiringuito donde poder tomar algo. Pero lo mejor son las diferentes zonas que nos ofrece el parque, como fuentes
Preciosos rincones
O su importante diversidad de flora.
La zona del Palacete también es muy bonita, donde se juntan elementos del neoclásico y el romanticismo.
Aunque sin duda la zona estrella de este precioso parque es la zona del laberinto. Un lugar donde grandes y pequeños lo pasarán en grande jugando a encontrar la salida.
Una vez que lo hayáis conseguido, podréis subir las escaleras y tener una privilegiada perspectiva del laberinto. Es divertido ver cómo otros tratan de salir de él sin éxito.
Además, al situarse en la ladera de una montaña, nos ofrece bonitas vistas de Barcelona.
Ahora sí que la ruta a la carta que hemos creado especialmente para Alla, la cual hemos dividido en 5 etapas, llega a su fin. Han sido unos días maravillosos, en los que hemos ayudado a esta dulce chica a descubrir Barcelona.
Hemos preparado todo con mucho cariño y emoción. Hemos disfrutado de lo lindo con todo el proceso: desde el diseño de la ruta al recorrido de la misma.
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